Por Arturo Figueroa, Partner del Grupo Nexo Franquicia en Chile

La Franquicia como modelo de emprendimiento es una buena forma de romper la inercia y dar el paso definitivo al mundo del emprendimiento.

En términos generales podríamos decir que existen dos tipos de emprendedores, el emprendedor por vocación, aquel que a partir de una idea y capital disponible, ha dedicado su vida y desarrollo profesional a crear empresas y el emprendedor por necesidad, aquel que por circunstancias de la vida se vio en la necesidad de tomar el camino del emprendimiento como una alternativa u oportunidad de salir adelante. Claramente una de las barreras que tienen los ejecutivos o empleados corporativos para emprender, es el costo de oportunidad, que implica el no tener asegurado un sueldo estable, seguro mes a mes, ya que el inicio de cualquier emprendimiento, como dice la canción, «se hace camino al andar», no siempre bien asfaltado como a uno le gustaría.

Si consideramos el momento que estamos viviendo a nivel global una de las grandes consecuencias de la pandemia es que se han perdido millones de puestos de trabajo, a todo nivel, generando altos índices de cesantía, la franquicia no es la panacea, pero definitivamente es una buena alternativa para salir de esta situación. 

Hay muchos modelos de franquicia en este caso me referiré a la de autoempleo, mas allá de una inversión, que lo es, es un emprendimiento cuya principal inversión es el tiempo y la dedicación, ya que están diseñadas para que su dueño trabaje en ella, su «propia empresa» es una de las variables de la ecuación para tener éxito, mas allá del modelo de negocio, marca, producto, manuales, entrenamiento y «know how». En este modelo la empresa franquiciadora selecciona a su franquiciado, lo entrena, lo guía, lo lleva de la mano paso a paso, pero es el dueño de la franquicia el gestor y ejecutor para la puesta en marcha del negocio.

Para las compañías que franquician modelos de autoempleo es crítico definir detalladamente el perfil del franquiciado y generar los filtros o elementos claves a la hora de aprobar o descartar a un candidato. Lo podemos considerar como otra de las fortalezas de este modelo de emprendimiento permite definir mejor el perfil del emprendedor y no me refiero a conservador, intermedio o arriesgado, como es elegir un portafolio de inversión en un fondo mutuo, sino en que quiero invertir mi tiempo de manera rentable, que me permita realizarme como empresario y tener éxito económico.

«Para las compañías que franquician modelos de autoempleo es crítico definir detalladamente el perfil del franquiciado y generar los filtros o elementos claves a la hora de aprobar o descartar a un candidato»

Algunas de las preguntas que me debo responder a la hora de definir mi perfil.

  • ¿Qué voy a hacer?
  • ¿En qué voy a invertir mi tiempo de manera rentable?
  • ¿Qué tipo de compañía?
  • ¿Quiero una marca reconocida?
  • ¿Qué rubros me interesan?
  • ¿Cuánto capital tengo o necesito?
  • ¿Cuánto es la utilidad estimada?
  • ¿En cuanto tiempo recuperas la inversión?
  • ¿Me alcanza para vivir?
  • ¿Quién es el cliente?
  • ¿Dónde se ubican sus locales? Mall o calle
  • ¿Qué rubros me generan conflicto de interés de tipo moral, ecológico, social?
  • ¿Es un negocio intensivo en mano de obra?
  • ¿Qué nivel académico o profesional?

A veces estas preguntas no son tan simples de responder, es necesario un análisis interno profundo de que lo que buscamos, es una decisión importante y no estaría de mas que un experto te acompaña a responderlas cada uno, enseñándote las posibilidades de una manera objetiva.